Un tema muy actual...
Los alimentos transgénicos, aquellos producidos a partir de un
organismo modificado genéticamente, no sólo tienen efectos ambientales,
agrarios y socio económicos, sino también sobre la salud de las
personas, según alerta la organización ecologista Greenpeace en su
página web.
"Los riesgos sanitarios a largo plazo de los OMG presentes en nuestra
alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos no se
están evaluando correctamente", afirma Greenpeace. "Hay informes
científicos en los que se muestran evidencias de riesgos a la salud:
nuevas alergias, aparición de nuevos tóxicos y efectos inesperados son
algunos de los riesgos. Estos cultivos se han aprobado basándose en la
equivalencia sustancial, es decir la comparación de un OMG con un
equivalente no modificado genéticamente; si no se detecta una diferencia
significativa el OMG se declara seguro. Este concepto es muy criticado
por gran parte de la comunidad científica".
La ONG explica que la ingeniería genética puede afectar la seguridad de los alimentos fundamentalmente de dos maneras:
- La alteración o inestabilidad de los genes puede hacer que las plantas produzcan nuevas toxinas
- Las proteínas que produce el gen extraño puede ocasionar alergias o toxicidad
Principales efectos sobre la salud
Hasta el momento se ha constatado los siguientes efectos sobre la salud:
1.
Aparición de nuevas alergias por introducción de nuevas proteínas en
los alimentos. En EEUU, en el conocido caso del Maíz Starlink (2000) se
encontraron en la cadena alimentaria trazas de un maíz transgénico no
autorizado para consumo humano que provocó graves problemas de
reacciones alérgicas.
2. Aparición de resistencias a antibióticos
en bacterias patógenas para el hombre (en algunos OMG se utilizan genes
antibióticos como marcadores). Es decir, algunos transgénicos pueden
transferir a las bacterias la resistencia a determinados antibióticos
que se utilizan para luchar contra enfermedades tanto humanas como
animales (por ejemplo, a la amoxicilina). La Asociación de Médicos
Británica ha recomendado prohibir el uso de estos genes marcadores.
3.
Aparición de nuevos tóxicos en los alimentos (debido a los cultivos Bt o
a las proteínas que se utilizan como marcadores en los OMG).
4. Incremento de la contaminación en los alimentos por un mayor uso de productos químicos en la agricultura
5.
Disminución en la capacidad de fertilidad. Según un estudio hecho
público por el gobierno austriaco, la fertilidad de los ratones
alimentados con maíz modificado genéticamente se vio seriamente dañada,
con una descendencia menor que los ratones alimentados con maíz
convencional.
Nuevo estudio realizado por científicos franceses
Un nuevo informe elaborado por científicos franceses de las
universidades de Caen y Rouen sobre tres variedades de maíz modificado
genéticamente muestra claras evidencias de riesgos para la salud. Se
trata del maíz MON 810, único cultivo transgénico aprobado en la UE, y
otros dos maíces autorizados para su importación y para su entrada en
alimentación humana y animal.
El estudio se ha realizado a través
de ensayos realizados por la multinacional Monsanto, que comercializa
los tres maíces. El equipo científico examinó los datos de ensayos con
ratas que se presentaron para conseguir su autorización, que eran hasta
ahora confidenciales y han sido obtenidos en muchos casos por vía
judicial. Según los autores, es la primera vez que estos ensayos
confidenciales que Monsanto ha presentado para autorizar sus productos
son revisados por investigadores independientes.
Los científicos
han encontrado evidencias claras de riesgos para la salud en parámetros
sanguíneos asociados con las funciones renales y hepáticas. Los cambios
observados con los tres maíces transgénicos siguen patrones típicos de
disrupciones en el sistema metabólico. El equipo también critica
duramente la forma en la que los datos fueron analizados por Monsanto,
sin cumplir los estándares estadísticos internacionales ni los
estándares para ensayos alimentarios.
Los tres maíces tienen, sin
embargo, el visto bueno de las autoridades europeas, que han permitido
su importación para entrar en la alimentación humana y animal en Europa y
uno de ellos, el MON810, se cultiva sobre todo en España.
www.greenpeace.org